El proyecto Arka nos conecta con la Madre Tierra.
Desde el suelo hasta las aguas, la semilla, el alimento, las plantas para sanar, la flora, la fauna, el bosque y las montañas. Nuestra misión es promover y motivar la capacidad de sanación en relación con la conexión con la naturaleza. Restaurando nuestras conexiones humanas y creando formas de expandir y valorar naturalmente nuestra conciencia humana.
La adaptación de los seres humanos en el planeta depende de nuestra relación con el entorno natural.
Nuestra salud y bienestar está condicionado a nuestros estilos de vida. Tanto nuestros valores humanos, comportamientos y actitudes son determinados en buena parte, por nuestra relación con la naturaleza, con la esencia de lo que en la vida somos.
Los estilos de vida saludable parten por reconocer y percibir la naturaleza inteligente y viva en cada ser.
Para cuidar es necesario conocer y así valorar. Esta conexión natural dentro de un entendimiento es la fuente primordial e inteligente de nuestra salud, de nuestra propia adaptación en el planeta, garantizando el afloramiento de comportamientos, actitudes y propósitos acordes con la propia naturaleza, creativa, original, diversa y única de cada ser vivo.
Aprender y percibir la naturaleza viva en el cuerpo llena de significado, profundidad y sabiduría. Esta relación forja y nutre valores del autocuidado, la generosidad, la cooperatividad, el respeto, la abundancia y la resiliencia. Aprender cómo esta naturaleza está viva y funciona dentro de cada ser vivo, nos coloca en una predisposición de continuo cambio hacia búsqueda de siempre traer lo mejor de cada uno a flote. Un mejor ser humano
cada vez.
Habitamos en un espacio territorial mágico. Este territorio provee las condiciones favorables para dar un cambio
positivo de bienestar a la vida, restaurando nuestra conexión a nivel celular con la naturaleza, con el origen de la vida, nuestra procedencia; la memoria viva de lo que somos.